El Milagro De San José ha sido enviado por Dios para dirigir a toda la humanidad al Cielo.
Por medio de una Verdadera Mística, Dios nos ha dado el conocimiento necesario para lograr nuestra Meta para esta vida, la Santidad.
El Cielo Está Hablando en nuestro tiempo.
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FAVOR DE LEER
En algunos de los primeros volúmenes de “Historias Del Cielo”, muchas Revelaciones describen edificios que se construirán en La Loma De La Esperanza De San José. Como solamente una faceta de El Milagro De San José, Dios invitó a hombres de todas las razas, colores y credos a participar en construir una “Ciudad De Dios”. Cada edificio, capilla, puente, santuario, jardín, anfiteatro, y aun un hospital y un centro de investigación, que se incluirían en este Magnífico Proyecto, serían diseñados por el Cielo hasta el detalle más diminuto.
Esta Ciudad De Dios sería un lugar de gran belleza para que los hombres a través del mundo la visitaran, para ganar verdadera fuerza espiritual y para aprender de primera mano lo que el Cielo quiere que todos los hombres sepan.
La gran pérdida de cada hombre, mujer y niño en el mundo, esta Ciudad no ha sido construida. Obstáculos sin número fueron colocados para estorbar Su finalización por los que se habrían beneficiado más. Insuficientes hombres se ofrecieron para devolverle a Dios los regalos de su tiempo y talentos. Insuficiente gente se ofreció con el dinero necesario para participar en el Plan de Dios en una manera monetaria. Las donaciones se hicieron menos y menos, porque los hombres en la Iglesia dijeron, “No den.” Ellos disuadieron a la gente de participar.
Por muchos años, la Madre Frances y unos cuantos voluntarios hicieron todos sus esfuerzos para superar toda la oposición a la falta de sabiduría de los hombres, para construir esta Ciudad para Dios. Sin embargo, no hemos perdido todo. La Enseñanza Bien Fundada y Dirección Sana dadas por el Cielo en los muchos volúmenes de “Historias Del Cielo” continuaron a través de los años, y beneficiarán a la gente en todas partes por muchas generaciones venideras.
En el futuro, si los corazones y mentes de los hombres cambian, algún día el mundo verá la Bella Ciudad De Dios.
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